Situada en el suroeste de Alemania, la Selva Negra es una de las zonas turísticas preferidas por los locales, pero quizá más desconocida para nosotros. Planificar una ruta por la Selva Negra no nos resultó fácil, ya que es un área muy extensa, con muchos pueblos, excursiones, y visitas que poder hacer.
Es un viaje en el que lo más habitual y práctico es hacer los trayectos en coche. Como añadido, en nuestro caso, que fuimos con nuestra hija pequeña, tuvimos que tener en cuenta debíamos la cantidad y duración de los trayectos en coche para que no fuese muy pesado para ella.
Planificación de la ruta por la Selva Negra
Uno de los factores que más va a influir a la hora diseñar una ruta por la Selva Negra, es el aeropuerto de llegada. Piensa que este te servirá como punto de inicio. Nosotros cogimos un vuelo directo Palma de Mallorca – Karlsruhe, por lo que empezamos nuestra ruta circular desde Baden-Baden, y acabamos en el mismo aeropuerto.
Otro de los puntos que debes tener en cuenta sobre nuestro itinerario es que gastamos dos días (y dos noches) enteros en visitar el parque de atracciones más grande de Europa: Europa-Park. Nos apasionan los parques de atracciones y no podíamos perder la ocasión.
Este es el itinerario que hicimos:
Día 1: Baden-Baden y Sasbachwalden
Comenzamos nuestro primer día por la Selva Negra por la elegante Baden-Baden, tras haber llegado la noche anterior en taxi desde el aeropuerto. Recorrer su coqueto centro histórico, descubrir el Casino de Baden-Baden o sus famosas termas son algunos de los imprescindibles. Aprovecha la cercanía del Monte Merkur para subirlo en su funicular y disfrutar de las vistas.
Por la tarde, tras haber recogido nuestro coche de alquiler en Baden-Baden (aunque también puedes cogerlo en el propio aeropuerto de Karlsruhe), vamos a conocer el pueblo de Sasbachwalden, uno de los más bonitos de la Selva Negra. Después de 30 minutos de trayecto, llegamos a este pequeño y encantador pueblo.
Si te sobra más tiempo por la tarde (no fue nuestro caso), una visita extra que se puede hacer es el pueblo de Oberkirk. Acaba el día volviendo a la ciudad base, Baden-Baden para cenar y descansar.
Día 2: Excursiones y Freudenstadt
El segundo día lo dedicamos casi enteramente a hacer varias excursiones por la naturaleza, y a desplazarnos hasta nuestra siguiente ciudad base: Freudenstadt.
Salimos pronto de Baden-Baden cogiendo la mítica carretera panorámica Bundesstraße 500, la cual en sí misma ya es una atracción que debes hacer en tu ruta por la Selva Negra. En aproximadamente 30 minutos llegamos al Lago Mummel o Mummelsee, el cual podremos recorrer fácilmente en 20-30 minutos.
A continuación salimos un momento de la B500 para ir a las Ruinas de la Abadía de Todos los Santos (Kloster Allerheiligen Ruinen) y a las espectaculares Cascadas de Todos los Santos (Allerheiligen-Wasserfälle). Calcula unas dos horas para esta visita, así que es una buena opción comer en el restaurante que hay allí, el Kloster Allerheiligen.
Volvemos de nuevo a la carretera B500, y hacemos una nueva parada en el Lotharpfad, una pequeña y didáctica ruta de senderismo apta para toda la familia. Continuamos nuestro camino hacia Freudenstadt haciendo una última visita a un gran mirador llamado Aussichtsplattform Ellbachseeblick, con unas vistas panorámicas de esta parte de la Selva Negra.
Finalmente llegamos a media tarde a Freudenstadt donde, tras dejar las cosas en el hotel y hacer el check-in, vamos a conocer el lugar, tomando como referencia su gigantesca Marktplatz. Nuestra estadía en Freudenstadt es corta, ya que solo pasamos una noche, pero tampoco hay mucho por ver. Al día siguiente partimos hacia la próxima etapa de nuestra ruta por la Selva Negra.
Día 3: Schiltach, Museo de la Selva Negra y Triberg
Tras un trayecto de media hora en coche desde Freudenstadt, llegamos al pueblo medieval de Schiltach. Ver su casco histórico, y visitar la antigua estación de trenes no te debería llevar más de una hora. Si incluyes alguno de sus interesantes museos, la visita será más larga.
Paramos momentáneamente las visitas a pueblos para ir a conocer la historia de la Selva Negra y sus gentes, en el Museo al aire libre de la Selva Negra, el Vogtsbauernhof. Recorrerlo a fondo te llevará mínimo dos horas, así que aconsejamos que comas en uno de los dos restaurantes que hay en la zona (uno de ellos el propio del Museo). Si quieres pasar un rato divertido, antes de llegar al próximo pueblo, haz una parada, a escasos metros del museo, en el tobogán de verano Sommerrodelbahn Gutach. Una experiencia breve pero divertida e intensa, y que merece la pena probar.
Seguimos nuestra ruta por la Selva Negra yendo a conocer el pueblo de Triberg. No sin antes hacer una parada en uno de los dos «relojes de cuco más grandes del mundo»: el de la tienda Eble Uhren-Park GmbH (antes de llegar a Triberg), o el Erste weltgrößte Kuckucksuhr (entre Triberg y Schonach). En Triberg aprovecharemos para visitar alguna de sus tiendas de relojes de cuco, como la Haus der 1000 Uhren Kuckucksuhren. Y, lo más importante, visitar las Cascadas de Triberg.
Para finalizar el día, conducimos, de nuevo hacia el sur, la mítica carretera Bundesstraße 500. Durante un trayecto de una hora donde veremos paisajes y pueblos preciosos, hasta llegar a la urbana Friburgo de Brisgovia. La tarde ya estará acabando, así que nos da tiempo a hacer una ligera toma de contacto con la ciudad, cenar y pasar la noche.
Día 4: Friburgo de Brisgovia
Durante toda la mañana vamos a conocer a fondo Friburgo de Brisgovia, considerada capital de la Selva Negra, y una de las ciudades más soleadas de Alemania. Su principal atractivo es la Catedral Münster, y la plaza que la rodea, así como las íntimas y coloridas calles de Friburgo, como la Konviktstrasse.
La tarde puede ser libre, de descanso en el mismo Friburgo, o puedes aprovechar la cercanía de otros lugares para hacer una de estas escapadas:
- ir al Lago Titisee y el pueblo balneario de Neudstadt,
- o bien ir a Todtnau, donde conocer el pueblo, las Cascadas de Todtnau, y poder divertirte en otro tobogán de verano, el Hasenhorn Rodelbahn Todtnau.
Al acabar la tarde, volvemos a Friburgo para descansar y coger fuerzas para uno de los platos fuertes de nuestra ruta por la Selva Negra.
Días 5-6: Europa-Park
No puedes ir a la Selva Negra y no dedicar al menos un día a visitar el parque de atracciones más grande de Europa: Europa-Park. Situado a escasos 30 minutos de Friburgo, este complejo ofrece tal cantidad de experiencias que necesitamos dos días para poder recorrerlo y disfrutarlo bien.
Ten en cuenta que tiene más de 70 atracciones, de las cuales 11 son montañas rusas, todo ello repartido en 18 zonas tematizadas de regiones de Europa. Las atracciones más icónicas son Wodan, Blue Fire Mega Coaster, EuroSat CanCan Coaster, Silver Star o Arthur, entre otras.
En nuestro caso nos hospedamos durante dos noches en un hotel del propio complejo del parque, el hotel Castillo Alcázar. Sin embargo, puedes buscar opciones de alojamiento más económicas en el pueblo en el que se encuentra el complejo: Rust.
Día 7: Gengenbach
Tras disfrutar intensamente dos días de este parque de atracciones tan divertido, hacemos las maletas ya definitivamente. Cogemos la Autopista 5 en dirección al aeropuerto de Karlsruhe (si es tu aeropuerto de salida). Pero, hacemos un pequeño desvío a medio camino para descubrir el encantador pueblo de Gengenbach.
No tardarás más de una hora en ver lo más importante del pueblo, pero realmente vale la pena. Destacamos todo su Historische Altstadt, con el Rathaus (Ayuntamiento) famoso por ser el Calendario de Adviento más grande del mundo. Aunque, lo más pintoresco y de película de este pueblo son las calles Engelgasse y Höllengasse.
Si has sobrevivido a los numerosos trayectos en coche, visitas a pueblos y excursiones por la naturaleza, y tu cuerpo ha aguantado la adrenalina de Europa-Park, aquí acaba la ruta por la Selva Negra en 7 días. Cogeremos un vuelo de vuelta a casa desde Karlsruhe al mediodía, para decir adiós, muy satisfechos, a esta magnífica región de Alemania.
Esperamos que hayas disfrutado el viaje, ¡Auf wiedersehen!
Ismael y Raquel, viajeros empedernidos, fanáticos de los parques temáticos y amantes de la buena comida. Ahora viajamos con nuestra hija, plasmando en esta página web los diferentes pedazos del mundo que descubrimos.
